viernes, 14 de marzo de 2008

En la cúspide del elitismo

El pasado lunes hablábamos sobre la progresiva atomización de los medios de comunicación. Dicha escisión se generaba debido a la confusión entre el ocio- entretenimiento y la cultura de masas. Las noticias culturales de rigor pasaban a formar parte de las secciones de ocio. Finalmente, la mezcla resultó, sencillamente, desoladora. Nos enfrentamos a una degeneración de lo que se puede considerar ‘cultura’.
‘El Cultural’ es un suplemento que se define a sí mismo como: ‘una revista de cultura independiente y plural, que se distribuye todos los jueves con el periódico español EL MUNDO. Proporciona una opinión rigurosa y libre de literatura, arte, teatro, cine, música y ciencia, de la mano de críticos y especialistas de reconocido prestigio internacional’.

Prácticamente todos los medios de comunicación ya disponen de un suplemento digital o impreso que se distribuye semanalmente y se actualiza sin demora. Sin embargo, pocos son los que se esmeran en contar con las fuentes pertinentes y necesarias para realizar un producto de calidad. Por lo que respecta a ‘El Cultural’, es interesante la profesionalidad de algunos de sus redactores, pero no tiene en cuenta a los testimonios, miembros partícipes de cualquier producto cultural. ¿Por qué silenciar a la opinión pública o la voz de un testimonio decisivo?
Elitismo en su máxima expresión. Rousseau ya nos anunció en su momento que la opinión pública venía impuesta desde arriba. Este axioma se ha ido desgranando a lo largo del tiempo y nos ha conducido, entre otros, a suplementos jibarizados de contenido. En definitiva, el auge de la cultura de la superficialidad, del espectáculo, del turista, de los falsos pitagorines, de la propaganda, de la guerra, del dinero, del resignado lector que engulle sin digerir.
Al fin y al cabo, ya todo acaba siendo lo mismo: ‘Cultura’.

2 comentarios:

Mc Arra dijo...

Realment, no crec que el panorama sigui tant i tant desolador. No hauríem de ser tant catastrofistes ni elitistes. Sí ser exigent, però no per això desqualificar la situació de la cultura avui. Encara queden coses, i moltes. I crec que la culpa és en gran part nosta, que per comoditat només critiquem i no busquem més enllà de el que ns ofereixen, que tenim tan mal considerat. La questió és què fem naltros per buscar el que realment és cultura?

Un petó!

M. Reina dijo...

A mi tampoc em sembla que anem tant malament. El terme cultura pot ser que s'hagi pervertit, desvirtuat, però no ens hem de comportar com els nobles de la cort de Heian. Estem en un món que es glovalitza i es normal que la cultura, com la ciència com molts altres camps temàtics pateixin ampliacions, divisions, migracions... de conceptes i d'altres elements. Mentre continuin existint no cal patir, segons la meva opinió. Ens veiem dmà!