domingo, 9 de marzo de 2008

La forma de fer les coses



Ficha técnica


> Dirección del montaje: Julio Manrique (en base al guión de Neil LaBute)
> Ayudante de dirección: Norbert Martínez
> Intérpretes: Mireia Aixalà, Cristina Genebat, Xavi Ricart i Marc Rodríguez
> Escenografía: Lluc Castells
> Vestuario: Maria Armengol
> Caracterización: Ignasi Ruíz
> Iluminación y sonido: Jaume Ventura y Dani Aznar
> Video: Iván Carrero



Duración: 1 hora y 40 minutos
Precio: 10-19 €. Venta anticipada: http://www.telentrada.com/ y oficinas Caixa Catalunya.
Pases : M,X,J,V,S, 21:00 D, 18:30
Localización: Teatre lliure - Montjuïc


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Banales y maleables

¿Hasta qué punto el arte debe respetar la integridad de una persona? ¿Existen fronteras artísticas entre la intencionalidad real y la inocua necesidad de llamar la atención?
‘Tú estás a dos pasos de coger a bebés, convertirlos en lámparas y llamar a eso instalación. Para que el arte exista, tiene que haber una línea, una línea que no se puede cruzar...’
The shape of things
, de Neil LaBute es uno de los textos cinematográficos más maliciosos, perspicaces y destructores que Julio Manrique ha recuperado y puesto en escena. El Teatre lliure acoge la performance bajo el título La forma de les coses, que permanecerá abierta al público desde el 7 de febrero hasta el 9 de marzo de 2008.
Tras su debut como director en Els boscos, de David Mamet, Julio Manrique nos demuestra cómo las personas podemos llegar a ser gobernadas como simples marionetas, aquellas que intentan simular un movimiento autónomo pero no lo consiguen por sí mismas.
La ceguera coetánea por la estética, el envoltorio, o la misma ‘forma’ de las cosas se hace patente en una tragicomedia que manifiesta con solvencia el arte como arma blanca de manipulación. Tanto es así, que la intimidad de una persona puede ser usada como un ingrediente esencial ante cualquier proyecto artístico.
El interés por el audiovisual, los efectos sonoros y la simulación de la escena en cámara lenta son algunos de los elementos que más aproximan el teatro al mundo del celuloide.
La lucha contra la inseguridad, ese ‘qué dirán’ que nos espanta e impide ampliar nuestra capacidad de decisión, se muestra como hilo conductor en el diálogo entre personajes.
En efecto, el mundo está lleno de contradicciones que debemos afrontar de un modo u otro. Y aunque dejemos que los demás actúen primero y así poder pisar después sobre tierra firme, es imprescindible que de vez en cuando cada uno pueda imponer su criterio como miembro de una sociedad, por muy desigual que sea. La forma de les coses nos recuerda con crueldad y sordidez aquello que realmente somos. Del mismo modo, denuncia la pasividad y el egoísmo de una sociedad narcisista.
En palabras de Neil LaBute: “De una buena relación resulta una historia de mierda. La pieza fundamental para la construcción dramática es el conflicto. Has de lanzar a las personas unas contra otras. Este es, de hecho, mi trabajo: buscar formas de estropear un día perfecto […] el público es muy indulgente y por eso me divierte ver hasta donde puedo llegar antes de que decida serlo y no me perdone más. Me gusta forzarlo, porque han venido al teatro, tienen pasta y seguramente viven la mar de bien. Les conviene una buena saqueada de vez en cuando”.






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